Un nuevo elemento fue aportado ante la Cámara Federal de Apelaciones en el afán de que se reabra la causa por los homicidios del capitán Humberto Viola y de su hija María Cristina, y de las graves lesiones que sufrió su otra hija, María Fernanda. El hecho ocurrió el 1 de diciembre de 1974, protagonizado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). La familia pretende que se reinicie la investigación judicial del ataque, al sostener que fue un crimen de lesa humanidad y, por ende, imprescriptible.

El juez federal Nº 1, Daniel Bejas, había negado la reapertura del expediente, al asegurar que no se trató de un crimen de lesa humanidad y que hubo condenas sobre los acusados del crimen, con cumplimiento efectivo. Sin embargo, los familiares del militar no están dispuestos a bajar los brazos e insistieron ante los camaristas para obtener la nulidad de esa resolución.

Causa "Larrabure"

En ese marco, María Cristina Picón de Viola, viuda del capitán Viola, interpuso como hecho nuevo una declaración formulada por el ex ministro Antonio Cafiero en la causa "Larrabure". El militar fue secuestrado el 10 de agosto de 1974 en la fábrica militar de Villa María, Córdoba, y pasó 372 días en una cárcel del pueblo para posteriormente ser asesinado por el ERP. Su cadáver apareció en Rosario el 23 de agosto de 1975.

"Al interponer el recurso de apelación sostuve que nos hallábamos ante un simulacro de proceso y de sentencia pues, sin invesigación alguna, juez y fiscal habían llegado a la conclusión de que ni ?la organización ERP ni sus miembros formaban parte del Estado, ni mantenían ninguna dependencia con el Estado que evidenciara la característica básica de haberse convertido en una maquinaria perversa de persecución sistemática y organizada de grupos de ciudadanos, desviándose en su fin principal de promover el bien común y la convivencia pacífica de la sociedad?", advirtió Picón de Viola en el escrito, presentado con el patrocinio del abogado Carlos Picón.

La mujer insistió en que las declaraciones de Cafiero (hechas el 12 de abril), refuerzan su postura de que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo facilitaron con su acción u omisión el accionar terrorista. En la presentación, mencionó que cuando a Cafiero se le consultó si las organizaciones guerrilleras fueron un factor de poder, él respondió: "fueron efectivamente un factor de poder muy importante. Diputados deben haber sido treinta y pico...; los gobernadores fueron un número menor. Estimando groseramente que deben haber sido unos 15 gobernadores".

"Falta de humanidad"

Javier Vigo Leguizamón, apoderado de la familia Larrabure, también consideró como trascendentes los reconocimientos de Cafiero.

"Admitió que de haber triunfado la guerrilla, Argentina hubiera sufrido la dictadura del proletariado recomendada por Lenin para instaurar, mediante la violencia contra los opositores, una dictadura marxista", detalló en un escrito anexado por la familia de Viola. "Cuando Perón veía que atacaban cuarteles y militares eso le sonaba que era el preludio de atacar directamente la existencia misma de la república", declaró también Cafiero en la causa Larrabure. El fragmento fue citado por Picón de Viola en su nueva presentación.

Incluso, la viuda dijo que Cafiero fue contundente en una apreciación: "es muy difícil meterse en la cabeza de un terrorista que está generalmente educado para lo inmediato y que no está guiado por ningún tipo de ejercicio moral o ejercicio humano. Si hay un rasgo que distingue o distinguió a la guerrilla fue su falta de humanidad". Con ese sustento, Picón de Viola dejó una frase ante los camaristas justificando su planteo de reapertura de la causa: "como madre de dos niñas salvajemente atacadas por la guerrilla puedo dar fe de ello", en alusión a la falta de humanidad a la que se refirió Cafiero.